La Hermandad de la Esperanza de Triana cuyo nombre oficial y completo es Pontificia, Real e Ilustre Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Sacramento y de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María, del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista es una hermandad religiosa o cofradía con sede en la Capilla de los marineros, en el Barrio de Triana, en la ciudad de Sevilla (España). Hace estación de penitencia durante la Semana Santa, en la madrugada del Viernes Santo.
A principios del siglo XV, en 1418, el gremio de ceramistas funda la hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, con sede en la iglesia parroquial de Santa Ana. El 14 de marzo de 1520, el presbítero de Triana, Don Gonzalo Herrera, funda capellanía, con obligación de que la hermandad haga ciertos cultos en el altar de Nuestra Señora de la Esperanza. El 17 de julio de 1542 se unió a la de San Juan Evangelista (perteneciente al gremio de pescadores del río) y a la de las Tres Caídas (perteneciente al gremio de mareantes) el 15 de abril de 1616.
Igualmente, se desconoce la autoría de la Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza. La teoría sobre su autor más frecuente es que se le puede atribuir a Juan de Astorga (1779-1849).
Como fecha muy significativa para la Hermandad y especialmente para el estado físico de la Imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza, se debe indicar la del día 2 de mayo de 1898, estando ubicada la Hermandad en la Iglesia de San Jacinto se produjo un incendio devastador en el Altar de la Imagen, cuya rápida extinción por parte del Padre Prior, del concejal del Ayuntamiento de Sevilla D. Enrique Mensaque, el maestro de escuela de Triana D. Francisco Reyes y el guardia civil D. José Cansino, no impidió que causara gravísimos daños en la misma. Se encargó la restauración de la Imagen al imaginero Gumersindo Jiménez Astorga.
Existen pocas referencias de la Hermandad de San Juan Evangelista y se ignora la fecha de su propia fundación, aunque se conoce que el gremio de pescadores tuvo su auge en el siglo XIV. Por el contrario, si consta que la Corporación contaba con hospital propio en Triana que era compartido por los pescadores y los patronos de barcas, y que mantuvo hasta el siglo XVIII.
Respecto a la Hermandad de las Tres Caídas, es fundada a principios del siglo XVII, en el Convento de las Mínimas. Su título inicial no fue este, sino el de Exaltación o y bendición de la Cruz y nuestra señora de la Salud. Sendos pleitos con las Hermandades sevillanas de la Exaltación y el Silencio en virtud de la coincidencia de titulares, hizo que la Hermandad trianera variase su nombre y adoptara el de las Tres Caídas que dio Nuestro Señor. La Hermandad quedó aprobada con su nuevo título el 20 de marzo de 1608. Ocho años después, la Corporación se fusionaba con la de la Esperanza y San Juan Evangelista. Dicha unión se llevó en 1616 con reglas aprobadas por el provisor D. Gonzalo del Campo, pasando a residir la Hermandad de las Tres Caídas desde entonces, al Convento del Espíritu Santo, donde tenía su Capilla la Hermandad de la Esperanza.
En el año 1520 consta que D. Gonzalo de Herrera funda una capellanía de misas a celebrar en el altar de Nuestra Señora de la Esperanza.
En el año 1565 la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista aparece por primera vez documentada en el Convento del Espíritu Santo de Triana. Este dato se extrae del testamento que Juan de Vidal, polvorista de oficio, otorgaba ante el escribano público Juan Pérez Galindo, con fecha del 28 de mayo de dicho año.
A lo largo de su historia, la Hermandad residió en diversos templos de Triana. A los ya mencionados de Santa Ana, sede fundacional, y del Espíritu Santo, hay que sumar la Capilla de la Encarnación, el Convento de los Remedios o la Iglesia de San Jacinto. Tuvo capilla propia desde 1815 hasta 1868 en que fue clausurada por la Revolución, por lo que tuvo que cobijarse en San Jacinto, templo donde se mantuvo hasta 1962, en que recuperó su capilla de la calle Pureza, reabierta para la Hermandad con grandes sacrificios.
En 1972, la Hermandad queda fusionada con la Sacramental de Santa Ana, por lo que desde entonces, se encarga de celebrar con el máximo esplendor el Corpus de Triana.
Año glorioso para la Corporación, para Triana y para Sevilla fue el de 1984 cuando fue autorizada desde Roma la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza. Todas las calles del barrio se engalanaron para la histórica ocasión. La Virgen acudió a la Catedral sin corona y en la jornada del 2 de junio de aquel año le fue impuesta la nueva presea de oro que había sido realizada con innumerables donativos de todos los trianeros y devotos de la Virgen.
(fuente: www.encuentra.com)
¡Oh excelsa Madre de Dios y Esperanza de los mortales!
Sabedor de que habéis recibido la misión divina de guardar, guiar, alegrar y consolar a las almas, a Vos acudo con inquebrantable fe e ilimitada confianza.
Vuestro título de Madre de la Esperanza me alienta sobremanera; vuestro nombre ya es prenda de buena acogida; vuestra misión es seguridad de otorgamiento.
Seguro de que vuestros brazos se abren en todo momento con solicitud maternal,
en ellos me arrojo.
De Vos todo lo espero.
Aun cuando todo el mundo me abandone, aun cuando la ciencia me desahucie, aun cuando el Cielo oculte sus celajes, aun cuando Dios no oyera ya mis ruegos, aun cuando las tinieblas envolvieran mi alma, aun cuando todo el camino se me cerrara, y sin luz, sin calor, sin fuerza, sin aliento, sin sostén alguno ni humano ni divino, estuviera por hundirme en el abismo de la desesperación, a vuestro amparo me acojo.
Vos no me abandonaréis, oh Madre mía;
Vos fuisteis, sois y seréis, después de Jesús, toda mi esperanza.
En Vos confié y en Vos confío contra toda esperanza
y seguro estoy que no quedaré confundido.