Dedicación de Nuestra Señora de Marsella por San Lázaro

18 de Diciembre
La basílica de Nuestra Señora de la Guarda (en francés, Notre-Dame de la Garde; en provenzal, Nostro-Damo de Gardo), llamada a menudo la Buena Madre (en francés, Bonne Mère; en provenzal, Boueno Maire), es una basílica menor dedicada al culto católico en la ciudad francesa de Marsella, entre los distritos de Roucas Blanc y Vauban, en la cima de un pico calcáreo de 149 msnm y elevada otros trece metros más sobre los cimientos de una antigua fortaleza que había en la cima. Al sur del Puerto Viejo, de estilo neobizantino, está coronada por una efigie dorada de la Virgen María.

Fue construida por el arquitecto protestante Henri Espérandieu y es de estilo románico-bizantino; fue consagrada el 5 de junio de 1864 y sustituyó a una capilla del mismo nombre construida en 1214 y reconstruida en el siglo xv. Está edificada sobre los cimientos de una fortaleza que hizo Francisco I en 1536 para resistir el asedio de Carlos V. La basílica tiene dos partes: una iglesia inferior o cripta, excavada en la roca y de estilo románico, y una gran iglesia de estilo románico-bizantino encima, decorada con mosaicos.

En la cima del campanario, de planta cuadrada y de 41 m de alto, rematado por una torre de 12,5 m que hace de pedestal, se encuentra una estatua monumental de 11,5 m de altura de la Virgen con el Niño hecha en chapa de cobre dorado. La piedra utilizada para la construcción, especialmente la verde que provenía de los alrededores de Florencia, demostró ser sensible a la corrosión atmosférica, por lo que fue necesario emprender, desde 2001 a 2008, una larga y cuidadosa restauración que también se ocupó de la renovación de los mosaicos dañados por impactos de bala durante la Liberación en 1944, y ennegrecidos a lo largo de los años por el humo de las velas y cirios.

Verdadero paladín de la ciudad de Marsella, Nuestra Señora de la Guarda fue considerada a partir de la Edad Media, la guardiana de la gente de mar y pescadores.

De acuerdo con una tradición, o mejor dicho una serie de tradiciones combinadas en diferentes épocas, los judíos hostiles al cristianismo enviaron al mar a los miembros de la familia de Betania, los amigos de Cristo, junto con algunas santas mujeres y otros de sus discípulos, en una nave sin vela, remos o timón, y después de un viaje milagroso desembarcaron en Provenza en un lugar llamado ahora Saintes-Maries. Se narra que ellos se separaron allí para ir a predicar el Evangelio en diferentes partes del sureste de Galia.

Lázaro, de quien sólo vamos a tratar aquí, se fue a Marsella, y, habiendo convertido al cristianismo a un número de sus habitantes, se convirtió en su primer pastor. Durante la primera persecución bajo el gobierno de Nerón se escondió en una cripta, sobre la cual se construyó en el siglo V la famosa Abadía de San Víctor. En esa misma cripta fue enterrado cuando derramó su sangre por su fe. Durante la nueva persecución de Domiciano él fue puesto en prisión y decapitado en un lugar que se cree era idéntico a una cueva debajo de la prisión de San Lázaro. Su cuerpo fue posteriormente trasladado a Autun, y sepultado en la catedral de ese pueblo. Pero los pobladores de Marsella reclaman estar en posesión de su cabeza la cual todavía veneran.

Ciertamente no es a él a quien se refiere la Dedicación de Nuestra Señora de Marsella. Ciertamente hubo un Lázaro obispo de Marsella, pero en el siglo IV. De cualquier manera, la historia de la Basílica de NotreDame de la Garde está relacionada con la tradición de San Lázaro, amigo de Jesús, ya que en la Abadía de San Victor tiene su orígen ésta Basílica. Y la Abadía de San Victor fue construida según la tradición, sobre la cueva que habitaba.

En 1214 se le ocurrió a un sacerdote de Marsella, el padre Pierre, la idea de construir en la colina de la Guarda una capilla dedicada a la Virgen María. Este cerro pertenecía a la abadía de San Víctor por lo que Pierre tuvo que pedir permiso al abad para comenzar los trabajos. El abad le concedió la autorización para plantar vides, cultivar un jardín y construir una capilla. Cuatro años más tarde concluyeron las obras, dato que se conoce por el hecho de que en su bula del 18 de junio de 1218, en la que se enumeraban las posesiones de la abadía, el papa Honorio III cita a «Nuestra Señora de la Guarda» como una de esas posesiones.

Después de la muerte del padre Pierre en 1256, la entonces capilla de Nuestra Señora de la Guarda se constituyó en priorato. El prior del Santuario de la Guarda era uno de los cuatro priores monásticos de Saint-Victor. Desde la fundación de la capilla, las donaciones, que se conocían gracias a los testamentos, se hacían a favor de Notre-Dame de la Garde. Demostraban una gran devoción popular que se desarrolló durante los siguientes siglos. De hecho, los marineros que habían escapado de algún naufragio iban a hacer su acción de gracias y dejar alguna prenda votiva en el altar de Nuestra Señora del Mar que se encontraba en la basílica de Nuestra Señora de la Guarda; esta práctica se siguió haciendo hasta finales del siglo xvi.

Esta primera capilla fue sustituida a principios del siglo xv por un edificio más grande, que incluía una capilla ricamente dotada, dedicada al arcángel San Gabriel.

El 3 de enero de 1516, la madre de Francisco I Luisa de Saboya y su esposa, la reina Claudia, hija de Luis XII, fueron hasta el sur de Francia para encontrarse allí con el joven rey, aureolado por su victoria en Marignano. El 7 de enero de 1516 subieron hasta la ermita de Nuestra Señora de la Guarda y, unos días más tarde, el 22 de enero de 1516, Francisco I se unió a ellas y también visitó la capilla.13​ Durante la visita, el rey se dio cuenta de que la ciudad de Marsella no estaba bien defendida. La necesidad de fortalecer el sistema de defensa fue aún más evidente en 1524 después del asedio a la ciudad por el condestable Carlos III de Borbón que tenía acuerdos con Carlos I de España y casi tomaron la ciudad. Francisco I decidió construir dos fuertes: uno en la isla de If, que se convirtió en el famoso castillo de If, y otro en la parte superior de la colina de la Guarda, donde estaba situada la capilla. Fue un ejemplo de convivencia entre un fuerte militar y un santuario abierto al público.

La construcción del castillo de If fue muy rápida (finalizó en 1531), mientras que el fuerte de Nuestra Señora de la Guarda no se terminó hasta 1536, justo a tiempo para resistir la llegada de las tropas de Carlos V. Para la construcción de la fortaleza se utilizaron piedras del cabo Couronne, en las Bocas del Ródano, y materiales recuperados de la demolición de edificios situados fuera de las murallas de la ciudad que podrían proporcionar refugio a las tropas enemigas. Entre los monumentos destruidos y cuyos materiales han servido para la construcción de la fortaleza hay que incluir, en particular, el convento de los Frères Mineures, donde enterraron a san Luis de Anjou, que posteriormente fue trasladado a un lugar cercano a las calles Saint-Louis y Belsunce.​ De esta fortaleza, de no mucha importancia, que tiene forma de un triángulo isósceles con dos lados que miden 75 metros y otro de 35 metros, permanece el espolón real todavía visible al oeste de la basílica.

Por encima de una puerta todavía se puede ver, aunque muy dañado, el escudo de Francisco I, es decir, las armas de Francia con tres flores de lis y una salamandra debajo. Cerca de esta puerta, al lado derecho, hay una piedra redonda desgastada por el tiempo donde se pueden ver algunos vestigios de una escultura que representa el cordero, símbolo de san Juan, con una banderola.

Guerras de religión
Charles de Casaulx
En 1585, el jefe de la Liga en la Provenza, Hubert de Garde de Vins, quiso tomar Marsella y se alió con Louis de La Motte Dariès, segundo cónsul en Marsella. En la noche del 9 de abril de 1585 Dariés ocupó la cima del montículo de la Guarda, desde donde se podía tomar la ciudad bajo el acoso de fuego de cañón. El asalto resultó fallido y tanto Dariès como su cómplice, Boniface, fueron ejecutados por las fuerzas que permanecieron leales a La Liga Católica

En 1591, Carlos Manuel, duque de Saboya, quiso apoderarse de la abadía de San Víctor, edificio fortificado cerca del puerto y se lo encargó a Pierre Bon, barón de Méolhon, gobernador de Nuestra Señora de la Guarda. En la noche del 16 de noviembre de 1591, el barón se apoderó de la abadía que fue reconquistada rápidamente por los partidarios de Charles de Casaulx, primer cónsul de la ciudad de Marsella.

En 1594, Charles de Casaulx quiso convertirse en maestre de la fortaleza de la Guarda. Para ello envió a dos sacerdotes, Trabuc y Cabot, para que celebrasen la misa en la capilla. Después de la celebración, Trabuc, que llevaba una coraza bajo la sotana, mató al capitán de la fortaleza, Charles Casaulx pudo tomar posesión de la fortaleza y nombró gobernador a su hijo Fabio.23​ En 1595 se construyó un muro defensivo en forma de W en la parte baja de la fortaleza. Es todavía visible y allí se construyó recientemente un aparcamiento en el ángulo entrante del muro.

Tras el asesinato de Charles de Casaulx el 17 de febrero de 1596 a manos Pierre de Libertat, Fabio fue expulsado de la fortaleza por sus propios soldados.

Última visita real
Procesión después del Corpus Christi, siglo XVIII
Durante su estancia en Marsella, el rey Luis XIII fue a caballo, a pesar de la lluvia, a Nuestra Señora de la Guarda el 9 de noviembre de 1622. Fue recibido por el gobernador de la fortaleza, Antoine Boyer, señor de Bandol.26​ A la muerte de este último, el 29 de junio de 1642, el escritor Georges de Scudéry fue nombrado gobernador. Tomó posesión de su cargo en diciembre de 1644, acompañado por su hermana Madeleine de Scudéry, mujer de letras, que dejó en sus escritos muchas descripciones de la ubicación, el entorno y de las diferentes celebraciones o ceremonias como la siguiente:
El viernes, al día siguiente de la fiesta del Corpus, hubierais visto la ciudadela adornada de los pies a la cabeza, con una decena de banderas y, en movimiento, las campanas de nuestro pequeño campanario y una admirable procesión entrando en el castillo. La imagen de Nuestra Señora de la Garde sujetando con el brazo izquierdo al Niño desnudo, y en su mano derecha, un ramo de flores, era llevada por ocho penitentes descalzos y con el rostro cubierto como fantasmas Georges de Scudéry desdeñó residir en el fuerte y prefirió hacerlo en la Place de Lenche, barrio aristocrático de la época. La guardia de la fortaleza se confió a un modesto sargento llamado Nicolas.
El único evento significativo que sucedió bajo el gobierno de Scuderi fue el «caso Caze» en 1650. Durante la Sublevación de la Fronda, el gobernador de Provenza, el conde de Alais, se opuso al Parlamento de Provenza y quiso reprimir la revuelta marsellesa. Teniendo en cuenta que el fuerte de la Guarda era una posición deseable, sobornó al sargento Nicolás el 1 de agosto de 1650 e instaló en el fuerte a uno de sus partidarios, David Caze. Quería proporcionar apoyo a un ataque que debía haberse hecho con galeras procedentes de Toulon, ciudad que le fue fiel Los cónsules de Marsella reaccionaron ante la amenaza y David Caze se vio obligado a abandonar el fuerte.

En el siglo XVIII
En 1701 los duques de Borgoña y de Berry, este último nieto de Luis XIV, subieron a la basílica. Vauban, que sucedió a Clerville, el constructor del fuerte de San Nicolás en Marsella, estudió la posibilidad de reforzar aún más la defensa de esta ciudad. El 11 de abril de 1701 presentó un grandioso proyecto que contemplaba la construcción de un gran recinto que uniera el fuerte Saint-Nicolas al de la de Nuestra Señora de la Guarda y continuaría hasta la llanura de Saint-Michel, en la actualidad place Jean Jaurès, para llegar al muelle de Arenc. Este proyecto nunca se llevó a cabo.

Durante la epidemia de peste que afectó a Marsella en 1720, el obispo Enrique de Belsunce subió tres veces andando a Nuestra Señora de la Guarda: el 28 de septiembre de 1720, el 8 de diciembre de 1720 y el 13 de agosto de 1721con el fin de bendecir a la gente de la ciudad.

Período Revolucionario

El cierre de la capilla
El 30 de abril de 1790 los patriotas invadieron el fuerte y bajo el pretexto de asistir a una misa en la capilla, cruzaron el puente levadizo, utilizando una estrategia similar a la adoptada por los partidarios de la Liga en 1594. El 7 de junio de 1792, domingo, la gran procesión tradicional que se organizaba ese día fue boicoteada por los manifestantes. Durante el viaje de regreso al santuario, a la estatua de la Virgen le pusieron una bufanda tricolor y el Niño Jesús venía tocado con el gorro frigio.

El 23 de noviembre de 1793 se tuvieron que abandonar los edificios religiosos y cesó el culto. El 13 de marzo de 1794 se llevó la estatua en plata de la Virgen, esculpida en 1661, para fundirla en la Casa de la Moneda de Marsella que estaba en el número 22 de la rue Tapis Vert, en el antiguo convento de los Padres de la Misericordia

Una prisión para príncipes
En abril de 1793, el duque de Orleans Philippe Égalité, sus dos hijos, el duque de Montpensier y duque de Beaujolais, su hermana Louise, duquesa de Borbón, y el príncipe de Conti fueron encarcelados aquí unas semanas antes de su traslado a Fort Saint-Jean. A pesar de la falta de confort de que disponían las antiguas estancias del gobernador, los presos tenían la ventaja de disfrutar del panorama. Cada día la duquesa de Borbón, después de asistir a misa, hacía una parada en la terraza de la fortaleza y a menudo permanecía dos horas meditando. La princesa, que pintaba muy bien, dejó un dibujo a lápiz que muestra una vista de Marsella desde esta basílica.

Un hombre providencial: Escaramagne

Virgen del ramo.
La última subasta de objetos pertenecientes al santuario tuvo lugar el 10 de abril de 1795. La capilla se había convertido en patrimonio nacional y José Escaramagne la alquiló. El veterano capitán de navío, que vivía cerca de la place Colonel-Edon, tenía una profunda devoción a la Virgen. Tras la reanudación del culto en algunas parroquias, escribió en septiembre de 1800 al ministro de la Guerra, Lazare Carnot, para que permitiese la reapertura del santuario, pero el prefecto Charles Delacroix, consultado por el ministro de la Guerra, dio una opinión desfavorable. No fue hasta el 4 de abril de 1807 cuando se concedió el permiso para abrir la capilla al culto y celebrar actos religiosos.

Escaramagne compró en una subasta una estatua de la Virgen y el niño del siglo xviii que provenía de un convento religioso de Picpus, que estaba cerca del Palacio de Justicia, demolido durante la Revolución. Ofreció esta estatua a Nuestra Señora de la Guarda. El cetro que sostenía fue reemplazado por un ramo de flores; de ahí el nombre de la estatua de la «Virgen del ramo». Mientras se procuraba espacio para la nueva estatua de plata realizada en 1837, se la confió a la Cartuja de Montrieux, para volver al santuario en 1979. Esta estatua de la «Virgen del ramo» se encuentra actualmente expuesta en el altar de la cripta.

Resurgimiento del santuario
El 4 de abril de 1807, la capilla de Nuestra Señora de la Guarda se reabrió al culto. Ese día se llevó en procesión la estatua que compró Escaramagne al santuario desde la catedral de Marsella. La tradicional procesión del Corpus se reanudó en 1814. Julie Pellizzone mencionó este evento en su diario:
El domingo 12 de junio de 1814, «día de la fiesta de Dios», —domingo — los artilleros de la guardia urbana salieron muy de mañana junto a los penitentes para buscar a Nuestra Señora de la Guarda y llevarla a la ciudad, de acuerdo con la antigua costumbre. La Virgen fue muy bien recibida con una gran salva de cañonazos. Oímos la misa y después se puso en camino para volver a casa, llevada por los penitentes con capuchón que les cubría la cara, algo que no había ocurrido desde la Revolución.
Ampliación de la capilla
Durante este período de ampliación, el fuerte no experimentó modificaciones y la capilla fue cada vez más frecuentada. Este aumento fue tal que hubo que ampliar la capilla en 1833, con una segunda nave, pasando de los 150 m2 originales a un área total de unos 250 m2. El obispo de Marsella, Fortuné de Mazenod, bendijo la capilla en 1834.

Visitantes distinguidos
La duquesa de Berry, que escapó de un naufragio cuando regresaba de Nápoles, subió a la basílica el 14 de junio de 1816 y depositó una estatuilla de plata como ofrenda votiva. Esta estatua se fundió algunos años más tarde. La duquesa de Angulema, hija de Luis XVI, también subió a Nuestra Señora de la Guarda el 15 de mayo de 1823, día de un viento mistral muy fuerte. A pesar de ello, la duquesa quiso permanecer en la terraza para disfrutar de la belleza del paisaje.

En 1838 la Virgen de la Guarda tuvo otro visitante distinguido: Chateaubriand.

Nueva estatua de plata
Gracias a una donación de 3000 francos hecha por la duquesa de Orleans durante su visita a Marsella en 1823 y varias ofrendas más, se pudo modelar una nueva imagen de la Virgen que sustituyó a la que había sido fundida durante la Revolución francesa. En 1829 se consultó al orfebre Jean-Baptiste Chanuel, artista marsellés instalado en la cours des Dominicaines, para ver si podría hacer esta estatua a partir de un modelo creado por el escultor Jean-Pierre Cortot. Después de cinco años de trabajo (1829-1834) el orfebre marsellés la terminó mediante un proceso muy delicado de repujado a martillo. El 2 de julio de 1837 se bendijo la estatua por el obispo Fortuné de Mazenod en la «cours Belsunce» para luego llevarla a la cima de la colina de la Guarda. Sustituyó a la estatua de la «Virgen del ramo» que se donó a la Cartuja de Montrieux. Esta estatua volvió a la cripta en 1979.

Las dos estatuas de la Virgen, la del ramo y la de plata, son pues, anteriores a la basílica en la que están expuestas, ya que la primera piedra de esta se puso en 1850.

Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_Notre-Dame_de_la_Garde
https://ec.aciprensa.com/wiki/San_L%C3%A1zaro_de_Betania