Nuestra Señora de Nápoles

27 de mayo:
Italia (533)
El abad Orsini escribió: "Dedicación de Nuestra Señora de Nápoles, llamada Santa María la Mayor, por el Papa Juan Pablo II, en el año 533 Una imagen de la Santísima Virgen, pintado por San Lucas, ha sido cuidadosamente conservada en esta iglesia.".

El Santuario Basílica de Carmine Maggiore es una de las basílicas más importantes de Nápoles. Que data del siglo XIII, se encuentra en la Piazza Carmine en Nápoles, en un lado de lo que fue la plaza del mercado.

Según la tradición, los Carmelitas huyeron de la Tierra Santa durante la persecución a raíz de la invasión islámica de la Tierra Santa, trayendo con ellos la imagen de la Virgen de la Ternura cree para ser pintado por San Lucas, el evangelista. Se dice que es la primera imagen venerada por los antiguos Orden Carmelita, y una vez en Nápoles, que fue consagrado por encima del altar mayor de su iglesia. El icono se conoció como La Bruna , o Madonna Bruna , por el tono oscuro de la piel causada por las velas que habían quemado antes de que por siglos.

En el año 1500 la Virgen Negra fue llevada en procesión a Roma. Muchos milagros ocurrieron en el curso de la peregrinación, y el icono se muestran en la Basílica de San Pedro durante tres días. Había tantos milagros que ocurrieron que cuando el icono regresó a su casa el príncipe de Nápoles, Federico de Aragón, el rey Federico II, decidió poner a prueba la Madre de Dios.

El rey Federico tuvo la audacia de exigir al parecer un milagro del cielo. Ordenó a todos los enfermos, los cojos, los ciegos, los lisiados, y cualquier persona de su reino con cualquier tipo de enfermedad a venir a la iglesia el 24 de junio para implorar una cura del cielo. Instruyó a que todos estaban de montar haber tenido exámenes y documentación escrita como prueba de su enfermedad o discapacidad en el día señalado.

El 24 de junio de ese año, una Santa Misa fue celebrada en presencia del rey, sus nobles y todo el pueblo. Durante la consagración de un rayo de luz viva fue visto a descansar sobre la cara de la Virgen, y al mismo tiempo que refleja su luz sobre cada uno de los enfermos y débiles. En ese instante en que se curaron de sus enfermedades, y esta curación milagrosa fue autenticado por muchos testigos.