Nuestra Señora Ayudante, Normandía, Francia

4 de mayo:

El Abad Orsini escribió: “Nuestra Señora Auxiliadora, a tres leguas de Caen, en Normandía. Cada año se hace una procesión solemne a esta capilla.

Caen es una ciudad de más de 100.000 habitantes en la provincia de Normandía, en el noroeste de Francia. Probablemente sea más famoso por los atractivos edificios históricos que han sobrevivido que datan de la época del reinado de Guillermo el Conquistador, quien fue enterrado aquí.

Desafortunadamente, gran parte de la ciudad fue destruida en el año 1944 durante la Segunda Guerra Mundial. No puedo encontrar ninguna referencia a Nuestra Señora Auxiliadora en Normandía, pero es posible que la capilla fuera destruida durante la Revolución Francesa, o bien durante una de las Guerras Mundiales. Al igual que el lema de la ciudad, que alguna vez fue “Un Dios, un Rey, una Fe, una Ley”, es posible que ya no exista

La Santísima Virgen María habló así al Ven. María de Ágreda:
“Si yo fui el modelo a imitar en la forma en que respondí a la venida de Dios al alma y al mundo mostrando la debida reverencia, adoración, humildad y amor agradecido, se sigue que si eres solícito en imitarme , el Altísimo vendrá y hará en ti los mismos efectos que en mí; a través de ellos pueden no ser tan grandes y eficaces. Porque si la criatura, en cuanto obtiene uso de razón, comienza a avanzar hacia el Señor como debe, encaminando sus pasos por la senda de la vida y de la salvación, Su Altísima Majestad saldrá a su encuentro, estando de antemano con sus favores y comunicaciones; porque le parece mucho tiempo esperar el final de la peregrinación para manifestarse a sus amigos.

“Así sucede que por medio de la fe, la esperanza y la caridad, y por la digna recepción de los Sacramentos, se comunican a las almas muchos efectos divinos obrados por su condescendencia. Unas se comunican según el curso ordinario de la gracia y otras según un orden más sobrenatural y maravilloso; y cada uno será más o menos conforme a la disposición del alma ya los fines que quiere el Señor, que al presente no se conocen. Y si las almas no ponen de su parte ningún obstáculo, será tan liberal con ellas como con los que se disponen, dándoles mayor luz y conocimiento de su ser inmutable, y por divina y dulcísima infusión de gracia, transformándolos a su semejanza y comunicándoles muchos de los privilegios de los beatificados. Porque después de ser encontrado, se deja tomar y gozar por aquel abrazo escondido, que sintió el Esposo, cuando dijo: “Yo lo sostendré y no lo despediré”.

De esta posesión y de su presencia el Señor mismo dará muchas señales y prendas, para que el alma le posea en paz como a los bienaventurados, aunque siempre por tiempo limitado. Tan liberal como esto será Dios, nuestro Maestro y Señor, en recompensar a los objetos de Su amor por los trabajos aceptados por ellos por Su causa y sin miedo emprendidos para poseerlo.” para que el alma lo posea en paz como a los bienaventurados, aunque siempre por tiempo limitado. Tan liberal como esto será Dios, nuestro Maestro y Señor, en recompensar a los objetos de Su amor por los trabajos aceptados por ellos por Su causa y sin miedo emprendidos para poseerlo.” para que el alma lo posea en paz como a los bienaventurados, aunque siempre por tiempo limitado. Tan liberal como esto será Dios, nuestro Maestro y Señor, en recompensar a los objetos de Su amor por los trabajos aceptados por ellos por Su causa y sin miedo emprendidos para poseerlo.”