Italia (1432)
Estamos a principios del siglo XV, y la Iglesia Católica se encuentra desde el siglo XIV sacudida por luchas internas y divisiones bastante serias, inclusive con el surgimiento de algunos anti-papas. Italia, a su vez, también vivía políticamente momentos graves, asolada por guerras internas. Por ejemplo, la zona norte de Milán, con la Provincia de Venecia. En este ambiente turbulento, vamos a encontrar el pequeño pueblo de Caravaggio, al norte del país, cerca de Milán.
La historia cuenta que la señora Giannetta Vacchi, de 32 años, mujer sencilla y pobre, era tenida como piadosa y sufridora. La causa era su marido, Francisco Varoli, un ex-soldado conocido por su violencia y mal carácter, hombre de corazón duro que la trataba muy mal.
En la tarde del 26 de mayo 1432, en torno a las 5:00 de la tarde, mientras que hacía su trabajo diario, buscando pasto para los animales en un prado próximo llamado Mezzolengo, distante 2 km de Caravaggio. Por miedo de ser golpeada por su marido en caso de demorarse en regresar a casa, Giannetta pedía ayuda a la Madre de Dios e iba rezando:
—Oh, Señora Santísima, ayudadme... que ya no puedo soportarlo... Sólo Vos, querida Madre, podéis hacer cesar estos mis sufrimientos. Nadie me ayuda y me consuela... Tened piedad de mí.
Estaba dirigiendo su oración a Nuestra Señora, cuando he aquí que una Luz inesperada la envolvió y le llamó la atención algo misterioso a su alrededor. Mira hacia arriba y ve delante a una Señora, que en su descripción parecía una Reina, pero que se mostraba llena de bondad.
«Súbitamente, vi frente a mí a una Señora bella y admirable, alta y con un Rostro muy gracioso, de aspecto venerable, vestida de azul y con un velo blanco» —explicó.
La Virgen sin demora le dice:
“No temas, oh hija, consuélate que tus oraciones fueron atendidas por Mi Divino Hijo, gracias a Mi intercesión y ya se te están preparando los Tesoros del Cielo. Mas ahora, dobla las rodillas por tierra y oye con reverencialo te voy a decir: El mundo, lleno de 2 iniquidades, ha provocado la indignación del Cielo.
Mi Divino Hijo quería castigar severamente a estos hombres, autores de iniquidad y llenos de pecados y de crímenes, mas Yo recé por los miserables pecadores, supliqué largamente y, finalmente, Mi Divino Hijos Se aplacó. Por eso, ordenó que por tan gran beneficio, ayunen el viernes a pan y agua y festejen el sábado en Mi honra, porque Yo quiero esta señal de gratitud de los hombres, por la importantísima Gracia, por Mí obtenida a su favor. Y ahora ve, oh hija, y revela a todos esta Mi Voluntad.”
Aturdida por el asombro y la admiración, Giannetta responde:
—¿Cómo podré yo, oh Madre mía, hacer aquello que me pedís? ¿Quién creerá en mis palabras?
Yo soy demasiado pobre y mezquina, y nadie me creerá.
“Te creerán,—añadió Nuestra Señora—porque Yo Misma confirmaré tus palabras con evidentes milagros...”
Dicho esto, desapareció, dejando grabadas en el lugar en que se había manifestado, la Huellas de sus beatísimos Pies, de las cuales brotó una fuente de agua, existente hasta los días de hoy, y en ella muchos enfermos han recuperado la salud.
Esta fue la única Aparición de Nuestra Señora.
Giannetta, en condición de portavoz, lleva al pueblo y a los gobernantes el Mensaje de la Virgen María y les solicita —en Nombre de Nuestra Señora— los acuerdos de paz. Se presenta a Marcos Secco, señor de Caravaggio, al Duque Felipe María Visconti, señor de Milán, al emperador del Oriente, Juan Paleólogo, en el sentido de unir la iglesia de los griegos con el Papa de Roma. En sus visitas, llevaba ánforas de agua de la fuente sagrada, que resultaban en curas extraordinarias, prueba de la veracidad de la Aparición.
Los efectos del Mensaje de Paz inmediatamente apare cieron. La paz aconteció en la patria y en la propia Iglesia. El Obispo de Cremona aceptó rápi damente construir un Santuario, el cual visitó el Papa Juan Pablo II en 1992.
= Fuente: aparicionesdejesusymaria.wordpress.com
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