(siglo 4)
El abad Orsini escribió: "Aparición de la Virgen a Santa Catalina de Alejandría, cuyo cuerpo fue descubierto el 13 de este mes, en el monte Sinaí, como consecuencia de una revelación que la Reina del cielo dio de ella."
Santa Catalina de Alejandría, también conocida como Santa Catalina de la Rueda, es una santa católica, virgen y mártir. Ella era la hermosa hija del rey y de la reina Costus Sabinella de Alejandría, quien desde muy joven decidió permanecer virgen hasta ya menos que ella debería conocer a alguien que le superó en la condición y posición política, así como la belleza, la inteligencia y la riqueza. Ella decidió sobre Cristo, que reina sobre todos nosotros, porque "Su belleza es más radiante que el resplandor del sol, su sabiduría gobierna toda la creación, y sus riquezas están repartidas por todo el mundo."
Mientras todavía era un adolescente, Santa Catalina recibió una visión de la Santísima Virgen María y su Divino Hijo Jesucristo. En esta visión, la Madre de Dios le dio a Catalina a su Hijo en un matrimonio místico. Boda mística es, en algunos sentidos muy similar a una ceremonia de matrimonio, así como Cristo presenta el alma elegida con un anillo que suele ser visible para los demás, y a menudo hay santos y ángeles presentes. Ha habido más de 70 matrimonios místicos documentados con los santos, y aunque la acción es misteriosa y no se entiende bien, parece que Cristo da especial atención a estos santos. Santa Teresa explicó que era el estado más alto de un alma podía lograr en esta vida, y representa una transformación y constante unión con la Santísima Trinidad.
Santa Catalina fue martirizada por el emperador romano Majencio cuando ella rechazó su propuesta de matrimonio. Una vez más, según la tradición, su cuerpo fue llevado por los ángeles al Monte Sinaí, donde una iglesia y monasterio fueron construidos en su honor. Las reliquias de Santa Catalina fueron redescubiertas por el año 800, y se dijo que su pelo todavía estaba creciendo y que había un flujo continuo de petróleo proveniente de su cuerpo que fue encontrado que tienen propiedades curativas milagrosas. El rey San Eduardo se decía que había recogido un poco de ese aceite y lo han llevado de vuelta a su reino con él.
Santa Catalina, junto a Santa Margarita, fueron los dos santos que hablaron de fomentar Santa Juana de Arco en su misión.