Nuestra Señora de Bonaria

24 de abril:
Cerdeña
(Madonna di Bonaria)

La advocación de Nuestra Señora del Buen Aire tiene su origen en la isla de Cerdeña y data de 1370.

En 1218, el caballero español don Pedro de Nolasco nacido en Barcelona en 1189 (hoy santo), fundó por indicación de la Santa Virgen María, la Orden de la Merced, para redimir cautivos de los sarracenos.

En 1323 los aragoneses desembarcan en Cerdeña, en un punto próximo a Cagliari, conocido como la colina del Buen Aire y conquistan la isla. En señal de gratitud, construyen allí una iglesia que donan a la orden mercedaria.

El beato fray Carlo Catalano, noble de Cagliari y fundador del convento de la Merced, hizo por entonces una profecía: un hecho prodigioso habría de acontecer en las costas de la gran isla después de su muerte.

El 25 de marzo de 1370 un buque cargado de mercancías navegaba en plena calma cuando, repentinamente, se desató una poderosa tempestad. Fue tal el grado de peligro, que el capitán ordenó arrojar la carga al mar, pensando que aligerando las bodegas, lograría estabilizar a la embarcación.

Todo fue a dar a las embravecidas aguas, incluyendo una gran caja de madera cuyo contenido era ignorado por la gente de a bordo.

Ni bien la caja tocó el mar, la tormenta cesó. La tripulación del buque no daba crédito a lo que sucedía, mucho menos cuando se percató que de todos los bultos arrojados, solo la caja semantenía a flote.

Se intentó recuperarla, para lo cual el capitán ordenó aproximarse pero al hacerlo, la caja comenzó a alejarse hacia la costa sarda. El barco la siguió hasta que, repentinamente, aquella se detuvo frente a la colina del Buen Aire. Marineros, pescadores y curiosos trataron de apoderarse de ella para llevarla hasta las playas pero al intentarlo, la caja volvió a alejarse mar adentro y se perdió de vista.

Unos días después, un niño que pasaba por la costa descubrió la gran caja entre el follaje y corrióhasta el convento mercedario a dar la noticia. Dos frailes se apersonaron en el lugar y encontraron el objeto, encallado entre los juncos.

Grande fue la sorpresa cuando al abrir la caja encontraron en su interior una bella y celestial imagen de la Santa Madre magníficamente ataviada, con el Niño en su brazo izquierdo, una candela encendida en la diestra y un paño manchado de sangre sobre la manga derecha de su hábito, cubierta por un bello manto azul con flores doradas, amén de una túnica rosa.

El niño, a su vez, portaba en su mano izquierda un globo terráqueo en tanto bendecía a los fieles con la derecha.
La imagen, tallada en madera de algarrobo, de 1,56 cms., fue llamada Virgen del Buen Aire, ya que ese era el nombre de la colina que había elegido como morada.

Los frailes se preguntaron donde debían colocar la sagrada imagen. Algunos opinaron que el lugar más adecuado sería el Altar Mayor, pero este se hallaba ocupado por la Virgen del Milagro; otros propusieron una capilla lateral y allí la dejaron. Con gran estupor a la mañana siguiente, los religiosos encontraron a la Virgen del Buen Aire en el Altar Mayor y a la del Milagro en la capilla lateral. Dos veces más volvieron a cambiar las imágenes de lugar y por dos veces, las hallaron cambiadas. Nadie osó volver a tocarlas.

Otro hecho prodigioso sucedió cuando una joven de la ciudad depositó frente a la imagen de Nuestra Señora una pequeña navecilla de marfil, sostenida por un cordel, en señal de gratitud por una gracia. Esa navecilla señalaría, a partir de entonces, la dirección de los vientos y a ella acudirían los navegantes antes de aventurarse a la mar.

Desde entonces es patrona de Cerdeña y de los navegantes y en el lugar del milagro fue levantada una magnífica basílica que hasta el día de hoy maravilla a fieles y viajeros de todo el mundo.

La Autentica y preciosisima estatua de la Virgen de Buenos Aires que llegó en 1370 está situada en el abside del altar mayor del Santuario. La Estatua “de maravillosa belleza” (Lippi) es toda de madera de “algarrubo” y mide en altitud metros 1,56.


El Santuario
Es el primer ejemplo de estilo gotico-catalan construido en Cerdeña. Fue construido por los aragoneses dentro de 1324 y 1326.

El abside se halla colada en la torre aragonés ahora campanil unica cosa que queda de la fortificación construida por el Rey Alfonso de Aragón. Al centro del abside está situado el tron de la Virgen. El simulacro de la Virgen de Buenos Aires encuentra su apoyo sobre un piedistal de marmol y está clara la distancia entre el mosaico de oro.

A los lados del abside dos pequeñas puertas tienen la función como pasillo de los devotos que van a besar el simulacro de la Virgen. El buquecito de avorio, que está colgado en el centro del abside es del siglo XV. De manera misteriosa señala los vientos del Golfo de los Angeles. Es el más antiguo ex voto del Santuario. Los afrescos de la vuelta del presbiterio son de la pintora Gina Baldracchini.

En la primera capilla a la derecha está la pequeña estatua de la Virgen del Milagro, más antigua que el simulacro de la Virgen de Buenos Aires. La pequeña estatua se encuentra allí desde cuando surgió la iglesia (1325). La Virgen del Cardellino, el cuadro de la primera capilla a la derecha es de Michele Cavaro (1517-1584).

La Basílica
La construcción del gran tempio tuvo empiezo en 1704, retomato en 1910, fue terminado en 1926. En el mismo año Papa Pio XI tituló el tempio como Basilica Menor.

Con los bombardeos de 1943 fueron arruinados los afrescos y los oros que la rodeaban y adornaban. Los trabajos de restructuración fueron retomado en 1947 y se acabaron por la Pascua del 1998 gracias, en parte, a los apoyos economicos del Ayuntamiento de Cagliari.

El altar està acompañado con cuatro columnas de marmo verde; los “capitelli”, los angeles y los arcos son de cobre dorado. La capilla de los caidos con el bajorelieve da la piedad es obra de Montaldi.

En cambio el monumento dedicado a los caidos bajo el organ es de Francisco Ciusa.

El cuadro de la Capilla de la Sagrada Familia es del pintor de Napoles José Aprea. Los cuadros de las capillas de la Virgen de Fatima, de la Asunción y de los Ayudos, Santisimo, de la Imaculada, del Rosario son obras del pintor sardo Antonio Mura.

El cuadro de la capilla de la Virgen de la Merced es obra de la pintora Gina Baldracchini.

(fuentes: http://www.cruzadadelrosario.org.ar/)