Introducción




Hace más de 150 años, el 11 de Febrero de 1958, la Virgen Santísima se apareció en la gruta de Masabielle, Lourdes, a una joven llamada Bernardita. ¡Que hermoso regalo nos daba el cielo!… la Inmaculada posaba sus pies en una gruta que era el basurero de la villa… y desde ese lugar de basura, nacería una fuente de gracia y sanación para toda la humanidad.

La vida de Bernardita no sería nunca igual, se convertía desde ese momento en un corazón elegido para abrir esa fuente. La vida de la Iglesia tampoco sería igual, la Inmaculada había venido a pedir un Santuario, un hogar en donde acoger a sus hijos y para prodigar ahí, consuelo y sanación, especialmente para los que sufren y para los enfermos. Un Santuario, un hogar… un lugar para acoger, recibir, iluminar y sanar con amor materno a todos los corazones. 

Hace mas de 150 años, la Inmaculada nos dió un gran regalo… una fuente de agua milagrosa… Una fuente de amor y sanación se abrió por la intervención materna de la Virgen. Una fuente de gracia brotó para toda la humanidad. Fuente que está perennemente abierta para los peregrinos, los enfermos, los millones de hombres y mujeres que llegan a tomar de esa agua, que no cesa, ni disminuye, sino que se mantiene incesantemente y gratuitamente dando agua para todos los que llegan… ¨Oh, todos los sedientos ir por agua y los que no tenéis plata, venid” (Is 55, 1)

La Immaculada se aparece en un lugar y éste queda transformado para siempre… Donde Nuestra Madre pone sus pies, aunque sea en un basurero, lo convierte en un Santuario.. en lugar privilegiado de encuentro con el amor de Dios vivo en la Eucaristía, un lugar de gracia y conversión, un lugar de sanación de alma y cuerpo, un lugar de perdón y reconciliación, un lugar, un nuevo y actual Caná, en donde Ella puede comunicar toda la potencia de su amor materno, de su Misión Materna. ¡ Que don tan hermoso son las apariciones marianas y que respuesta de amor deben suscitar en nuestros corazones! ¡He aquí a tu Madre!! He aquí a tu Hijo!!

Las apariciones: el corazón materno de la Virgen al encuentro con el corazón sus hijos
Las apariciones de la Virgen solo pueden entenderse desde su misión materna. La misión de la Virgen Santisima no terminocon su Asunción al cielo, como nos dice el Concilio Vaticano II, en la Constitución Lumen Gentium (cap. 8, 12): "estamaternidad espiritual de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el momento en que presto fiel asentimiento en la anunciación, y lo mantuvo sin vacilación al pie de la cruz, hasta la consumación perfecta de todos los elegidos. Pues una vez asunta a los cielos, no dejo su oficio salvador, sino que continua alcanzándonos por su múltiple interseción los dones de la eterna salvación. Por su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz."

De este texto podemos comprender que la misión materna de la Virgen hacia nosotros sus hijos es un don de la Santísima Trinidad para los hombres … ¨He aquí a tu Madre… He aquí a tu Hijo¨ Su Maternidad perdura sin cesar en la vida de la Iglesia, en la economía de la gracia. Ella lleva a cabo su misión materna en relación a nosotros a través de su mediación, o sea, comunicando las gracias que su Hijo nos ha alcanzado en la cruz, a través de su intercesión, orando incesantemente por nuestras necesidades

En las apariciones de Nuestra Madre, vemos los siguientes frutos:
Conversión: necesitamos ser llevados de nuevo al Corazón de su Hijo
• recordarnos con voz materna el vivir la vida evángelica de oración y penitencia..
• formarnos a sus pies, las apariciones podrías llamarles, escuelas de amor, de coversión, de oración y penitencia, de adentrarnos en la Palabra….
Dirigirnos con su dedito materno, hacia su Hijo: Ella nos lleva a los Sacramentos, las fuentes abiertas de gracia, sanación y vida, que actualizan en nuestras almas la potencia salvadora y redentora de Cristo.
Despertar un mayor amor hacia la Iglesia… particularmente, la Madre nos reune, nos congrega para sabernos hijos de la Iglesia, viviendo en su Corazón.. por eso, ella siempre nos dirige a los pastores de la Iglesia y pide a ellos que le construyan el hogar, el santuario. Nos congrega bajo la autoridad de la Iglesia y dentro de su Casa.
Método eficaz de Evangelización: millones se convierten en los lugares de aparición. La Madre tiene una particular gracia de amor materno para tocar y sanar los corazones, pues refleja libremente y plenamente, el amor de Dios.
La voz de la Madre que viene a aconsejar, a alertar, a enseñar, proponer el regreso del corazón humano al origen su existencia: Dios. Podríamos decir que la Virgen se convierte muchas veces a través de las apariciones, en la conciencia del mundo y de la Iglesia.
Catequizar: Los mensajes, son las palabras maternas del corazón de la Virgen. Los mensajes son importantes, si son aprobados por la Iglesia, porque son un recordatorio de la verdad del Evangelio, aplicado a el momento histórico o del futuro cercano en relación a la aparición. Creo, que el don mas grande de una Aparición es sabernos amados y cuidados, guiados y acompañados por nuestra Madre.
A abrir nuevos Canales. Sus santuarios son lugares, actuales canás, en donde, nos alcanza con su potente oración y mediación materna, los milagros de cambiar el agua en vino: cambiar corazones, almas, mentes y cuerpos… relaciones, futuros, misiones…Lugares escogidos por Dios, para derramar de manera particular, sus gracias a través de las manos de María. Lugares privilegiados que se convierten en signo visible de la realidad espiritual de la Maternidad de María en la vida de la Iglesia.

Una geografía Mariana
Los Santuarios marianos según JPII, nos revelan la naturaleza plena de la Iglesia (Santuario de Knock, 1979)… 
En losmúltiples santuarios marianos, afirmaba San Juan Pablo II: «no sólo los individuos o grupos locales, sino a veces naciones enteras y continentes buscan el encuentro con la Madre del Señor, con la que es bienaventurada porque ha creído y por esto se ha convertido en Madre del Emmanuel. 

Éste es el mensaje de los centros como Guadalupe, Lourdes, Fátima y de los otros diseminados en las distintas naciones, entre los que no puedo dejar de citar el de mi tierra natal, Jasna Góra. 
Tal vez se podría hablar de una específica "geografía" de la fe y de la piedad mariana, que abarca todos estos lugares de especial peregrinación del pueblo de Dios, el cual busca el encuentro con la Madre de Dios para hallar, en el ámbito de la materna presencia de "la que ha creído", la consolidación de la propia fe» (MR, 28)

Hay una geografía de la Fe… que hermoso entenderlo recorriendo los santuarios marianos… lugares que nos presentan el misterio de la Visitación y cada peregrino se convierte en un corazón que como Isabel, exclama: quien soy yo para que la Madre de Mi Señor, venga a visitarme?