En Roma, en 1917, los Masones festejan el segundo centenario de su fundación. En la ciudad aparecen banderas y pancartas del arcángel San Miguel vencido por Lucifer. En la Plaza San Pedro, se escucha este eslogan: “¡Satán reinará en el Vaticano, el Papa formará parte de su guardia suiza!”
Frente a estas demostraciones amenazadoras para la Iglesia, el hermano Maximiliano María Kolbe, estudiante en Teología, se pregunta: “¿Debemos quedarnos sin hacer nada mientras nuestros enemigos tienen tanto ardor por dominarnos? ¿No tenemos nosotros armas más poderosas en la Inmaculada y en Nuestro Señor Jesucristo?
Después de haber estudiado y meditado: el dogma de la Inmaculada Concepción, las apariciones de la Virgen María en Lourdes, el hermano Maximiliano Kolbe llegó a esta conclusión:
“La Virgen sin mancha, victoriosa de todas las herejías, no cederá el paso a su enemigo si Ella encuentra servidores fieles, dóciles a su dirección; Ella conseguirá victorias, más grandes que lo que pudiésemos imaginar…”