Nuestra Señora de la Carolle

3 de julio:
París (1418)
Santuarios en carretera aún se pueden ver en lugares de toda Europa, aunque no es nada como lo que solía ser en la Edad Media, cuando estos santuarios eran muy frecuentes. Eran recordatorios públicos de Dios y de sus santos, y eran para el bien del público en general que vendría al santuario y hacer una pausa por un momento para orar. Pueden ser simples o poco elaborados, van de las cruces sin adornos a las torres de derechos libres o incluso pequeñas capillas.

Según la tradición, el 3 de julio en el año 1418, un soldado suizo cometió un sacrilegio en una estatua de la Santísima Virgen conocida como Nuestra Señora de la Carolle, o Nuestra Señora de Carole. Estaba ubicado en la esquina de la Rue aux Ours, que fue construida en el siglo 13, y terminó en el hospital de San Juan, que ya no está en existencia. La Rue aux Ours es ahora una calle corta que comienza en la calle Rue Saint-Martin y termina en el Boulevard Sebastopol, en París, Francia.

Se dice que el soldado suizo vino sobre el altar de la Santísima Virgen, después de haber dejado una taberna. Probablemente estaba intoxicado cuando él sacó su espada y repetidamente golpeó la estatua de la Santísima Virgen con el arma sin razón conocida. La estatua de Nuestra Señora de Carole comenzó a sangrar profusamente, como si fueran de carne y hueso, y herida por los golpes.

Los ciudadanos que habían observado el sacrilegio se indignaron, y siguieron al soldado mientras huía de la escena de su crimen. El hombre fue finalmente capturado y detenido, y luego llevado ante el Canciller, donde fue condenado a muerte por la indignación.

En recuerdo de este incidente, y en expiación por el crimen, había un festival popular que tuvo lugar en la Rue aux Ours cada año. Hubo fuegos artificiales, y una figura de cera que representa el miserable sacrílego que había golpeado a la imagen de la Santísima Virgen fue incendiado. Esta fiesta continuó hasta la Revolución Francesa puso fin a la observancia tradicional.

Desde 1418 hasta la Revolución, la esquina de la Rue aux Ours en París fue iluminada por muchas velas Se encontraba ahí la estatua de la Virgen.

Si hemos de creer a los distintos compartimentos de un cuadro pintado en 1772, un hecho increíble habría dado a luz a esta procesión de varios siglos. De hecho 30 de junio de 1418, un soldado suizo golpeó su espada de la estatua de la Virgen colocada en el nicho de la Rue aux Ours. La sangre brotó de inmediato. El soldado fue detenido, juzgado, condenado y ejecutado en la misma escena del crimen.

 En cuanto a la estatua mutilada, la  llevaron al Saint-Martin-des-Champs, donde la veneración popular le dio el nombre de Nuestra Señora de Carole. 
Y cada 3 de julio una fiesta se le dio en su honor ... El recuerdo de la mutilación se pierde gradualmente, pero el regocijo continuó hasta la Revolución en que fué destruida como muchos templos cristianos.