Virgen del Subterráneo
22 de octubre:el Gran Cairo (siglo 12)
A media legua del Gran Cairo. Se lleva a cabo por la tradición que la Virgen vivió durante algunos años en esta capilla subterránea.
"San José trató de comprar a un precio conveniente alguna vivienda en el barrio, y el Señor ordenó que debía encontrar una, pobre y humilde pero a poca distancia de la ciudad, como la reina de los cielos se desea."
"Pero habiendo encontrado esta vivienda cerca de Heliópolis, se tomaron su residencia en el mismo. En la primera entrada de la divina Señora con su Hijo Divino y San José, ella se postró en tierra, besó con profunda humildad y con amor dando las gracias al Altísimo por haberles asegurado este lugar de descanso después de su estar de camino prolongado y laborioso ".
"Le encantaba ser el inmutable de Dios en esta postración, dedicando todo lo que ella tenía que hacer en este lugar para su honra y adoración. Interiormente Ella hizo un sacrificio de todos sus poderes y facultades para ofrecer con alegría todos los trabajos en que el Todopoderoso puede ser servido durante su exilio.
En su prudencia Ella previó y abrazó cariñosamente a todos. Por medio de su conocimiento divino puso un gran valor a los sufrimientos, sin entender lo mucho que son apreciados en el tribunal divino, y cómo su Santísimo Hijo considerado como un rico tesoro y la herencia ".
"Después de haber realizado estos actos excelsos de la devoción, ella se dedicó humildemente a limpiar y arreglar la pobre casa, tomar los instrumentos para este fin. Como que ahora vivían en un país habitado, la ayuda milagrosa, que habían disfrutado en el desierto a través del ministerio de los ángeles, les falló, y el Señor los dejó hasta el último recurso de los pobres, es decir, la mendicidad de las limosnas. Habiendo llegado a estas estrecho de sufrir hambre, San José salió a buscar este tipo de ayuda, por el amor de Dios, dando así un ejemplo para los pobres de no quejarse de su aflicción, y todos los otros medios, no te avergüences de recurrir a este expediente. Por lo pronto el Señor de toda la creación se dejó caer en este extremo de verse obligado a pedir limosna para su sustento, a fin de poder tener una ocasión de volver las limosnas por cien ".
"Durante los tres primeros días de su llegada a Heliópolis, al igual que en otros lugares de Egipto, la reina tenía para ella y para su Unigénito ningún otro alimento que lo que se rogó por su padre adoptivo San José. Cuando empezó a ganar algunos salarios por su trabajo, él hizo un sofá humilde para la Madre y una cuna para su hijo, mientras él mismo tenía como lugar de descanso solamente el suelo desnudo, pues la casa estaba sin muebles hasta por su propio trabajo tuvo éxito en la fabricación de algunas de las piezas más indispensables para la comodidad de los tres ".
Virgen del Subterráneo
* De La Ciudad de Dios por el Ven. María de Agreda