“… cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.”
(San Pablo a los Gálatas 4,4)
Nos enseñaba nuestro recordado Juan Pablo II:
Si Jesús es la vida, María es la Madre de la vida. Si Jesús es la esperanza, María es la Madre de la esperanza. Si Jesús es la paz, María es la Madre de la paz, Madre del Príncipe de la paz.
Parafraseando al venerable Papa agregamos:
Si Jesús nació de María, María es la Madre de Jesús. (Lucas 2,7)
Si Jesús es el Verbo, María es la Madre del Verbo. (Juan 1,1)
Si Jesús es la Palabra hecha carne, María es la madre de la Palabra. (Juan 1,11)
Si Jesús es el Alpha y la Omega, María es la Madre del Apha y la Omega. (Apocalipsis 1,8)
Si Jesús viene de lo alto, María es la Madre del que viene de lo alto. (Juan 8,23)
Si Jesús es el Mesías, María es la madre del Mesías. (Mateo 16,16)
Si Jesús es el Salvador, María es la Madre del Salvador. (Lucas 1,69)
Si Jesús es la Salvación, María es la Madre de la Salvación. (Lucas 2,11)
Si Jesús es El Cristo, María es la Madre del Cristo. (Juan 1,41)
Si Jesús es el Hijo del Hombre, María es la Madre del Hijo del Hombre. (Juan 1,51)
Si Jesús es el Hijo de Dios, María es la Madre del Hijo de Dios. (1 Juan 4,15)
Si Jesús es el maestro, María es la Madre del Maestro. (Mateo 23,8)
Si Jesús es el Señor, María es la Madre del Señor. (Lucas 1,43)
Si Jesús es la verdad, María es la Madre de la Verdad. (Juan 14,6)
Si Jesús es el Camino, María es la Madre del Camino. (Juan 14,6)
Si Jesús es la Puerta, María es la Madre de la Puerta. (Juan 10,7)
Si Jesús es la Resurrección, María es la Madre de la Resurrección. (Juan 11,25)
Si Jesús es la Vid, María es la Madre de la Vid y de los sarmientos. (Juan 15,1)
Si Jesús es la Luz del mundo, María es la Madre de la Luz. (Juan 8,12)
Si Jesús es el buen Pastor, María es la Madre del Buen Pastor. (Juan 10,11)
Si Jesús es el Pan Vivo, María es la Madre del Pan Vivo. (Juan 6,51)
Si Jesús es Yo Soy, María es la Madre de Yo Soy. (Juan 8,24)
Entonces, si crees todo esto, debes creer que
Si Jesús es Dios, María es la Madre de Dios. (Lucas 1,43)
Si eso crees, crees la fe de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Y podemos terminar unidos a todos los cristianos de todos los siglos, afirmando con Juan Pablo II:
El Hijo eterno del Padre tomó en ella nuestra misma carne y, a través de ella, se convirtió en "hijo de David e hijo de Abraham" (Mt 1, 1). Por tanto, María es su verdadera Madre: ¡Theotókos, Madre de Dios!
Madre santa, Madre del Príncipe de la paz, ¡ayúdanos! Madre de la humanidad y Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!
- Claudio* -
