La Virgen María en palabras del Papa Francisco

Gracias a Claudio de "María, Madre de Dios"
 por hacerme llegar ésta recopilación

El Santo Padre Francisco nos habla muy a menudo de la Santísima Virgen María. Les hago llegar en este día una selección de pequeños textos marianos del Papa en estos meses de pontificado.


"Que la Virgen María, modelo de docilidad y obediencia a la Palabra de Dios, les enseñe a acoger plenamente la riqueza inagotable de la Sagrada Escritura no sólo a través de la investigación intelectual, sino en la oración y en toda su vida de creyentes, sobre todo en este Año de la fe, a fin de que su trabajo contribuya a hacer resplandecer la luz de la Sagrada Escritura en el corazón de los fieles." 
(Discurso a la Pontificia Comisión Biblica, Sala dei Papi, 12 abril 2013)

«María es la mujer del «sí». María, ayúdanos a conocer cada vez mejor la voz de Jesús, y a seguirla» (Twitter, 23 abril 2013)

"María ha invocado al Espíritu con los Apóstoles en el Cenáculo: también nosotros, cada vez que nos reunimos en oración, estamos sostenidos por la presencia espiritual de la Madre de Jesús, para recibir el don del Espíritu Santo y tener la fuerza de testimoniar a Jesús resucitado. Esto se los digo de modo particular a ustedes, que hoy han recibido la Confirmación: ¡Que María los ayude a estar atentos a lo que el Señor les pide, y a vivir y caminar siempre según el Espíritu Santo!"
(Regina Coeli, 28 abril 2013)

«Pidamos a la Virgen María que nos enseñe a vivir nuestra fe en las acciones de cada día, y a dar más espacio al Señor» 
(Twitter, 4 de mayo 2013)

"María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres…. Y como una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo. Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: "¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!" y a Juan: "Aquí tienes a tu madre"(cfr. Jn 19, 26-27). 

En este discípulo todos estamos representados: el Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. No tener miedo de las dificultades. Afrontarlas con la ayuda de la madre… Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo." 
(Rezo del Santo Rosario, 4 de mayo de 2013)

"En este día en el que se celebra Nuestra Señora de Luján, celestial Patrona de Argentina, deseo hacer llegar a todos los hijos de esas queridas tierras mi sincero afecto, a la vez que pongo en manos de la Santísima Virgen todas sus alegrías y preocupaciones." 
(Audiencia General, 8 de mayo 2013)

"No se puede entender a María sin su maternidad, no se puede entender a la Iglesia sin su maternidad y vosotras sois iconos de María y de la Iglesia." ( A la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales 
[U.I.S.G.] 8 de mayo 2013)

"Pensemos en María que «conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón " (Lc 2,19.51). La recepción de las palabras y las verdades de fe, para que se conviertan en vida, se necesita que se realicen y crezcan bajo la acción del Espíritu Santo. En este sentido, debemos aprender de María, reviviendo su "sí", su total disponibilidad para recibir al Hijo de Dios en su vida, que desde ese momento la transformó." (Audiencia General 15 de mayo 2013)

«Invocando a María estrella de la evangelización, hago mías las palabras de Pablo VI: ‘Y ojalá que el mundo actual —que busca a veces con angustia, a veces con esperanza— pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo, y aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el Reino de Dios y de implantar la Iglesia en el corazón mundo’." 
(Encuentro con los directores nacionales de las Pontificias Obras Misioneras, 17 de mayo 2013)

" ...María es un ejemplo y una inspiración para aquellos que viven en esta casa, y para todos nosotros, a vivir la caridad hacia el prójimo no como una especie de deber social, sino partiendo del amor de Dios, de la caridad de Dios ... María es la que nos lleva a Jesús, y nos enseña cómo llegar a Jesús..." 
(Visita a la Casa "Don de María", 21 de mayo 2013)

"Ella, la más humilde de las criaturas, gracias a Cristo ya ha alcanzado la meta de la peregrinación en la tierra: ya está en la gloria de la Trinidad. Por esto María, nuestra Madre, la Virgen, resplandece por nosotros como signo seguro de esperanza. Es la madre de la esperanza, en nuestro camino, en nuestra vida es la madre de la esperanza, es la madre la que nos consuela también, la madre de la consolación y la madre que nos acompaña en el viaje." 
(Angelus Dominical del 26 de mayo 2013)

“Debemos rezar a la Virgen, para que al traer a Jesús nos de la gracia de la alegría, la libertad de la alegría. Que nos de la gracia de alabar, de alabar con una oración de alabanza gratuita, de alabanza, porque Él es digno de alabanza siempre. Rezar a la Virgen y decirle como dice la Iglesia: Veni, Precelsa Domina, Maria, tu nos visitas, ¡Señora, tu que eres tan grande, visítanos y danos la alegría!”. 
(Homilía del 31 de mayo 2013 en Santa Marta)

"María, mujer de la escucha, abre nuestros oídos; haz que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, cada persona que encontramos, especialmente aquella que es pobre, necesitada, en dificultad. María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús, sin titubeos; dónanos el coraje de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida. María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan "sin demora" hacia los otros, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, en el mundo la luz del Evangelio. Amén” 
(Meditación del Papa Francisco al final del rezo del Santo Rosario en la clausura del mes mariano, 31 de mayo 2013)

"Su corazón inmaculado, corazón de madre, ha compartido al máximo la «compasión» de Dios, especialmente a la hora de la pasión y de la muerte de Jesús. Que María nos ayude a ser mansos, humildes y misericordiosos con nuestros hermanos."
(Angelus, 9 de junio 2013)

"La Virgen, con gran simplicidad, escuchaba y meditaba en lo más íntimo de sí misma la Palabra de Dios y aquello que sucedía a Jesús. Siguió a su Hijo con íntima convicción, con firme esperanza. Que María nos ayude a convertirnos cada vez más en hombres y mujeres de conciencia - con conciencia libre, porque en la conciencia tiene lugar el diálogo con Dios – hombres y mujeres capaces de escuchar la voz de Dios y de seguirla con decisión." 
(Angelus del 30 de junio 2013)

“«María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, y guíanos por el camino que lleva al cielo.»”
(Twiter, 13 de agosto 2013)

«La Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros. También María participa, en cierto sentido, de esta doble condición. Ella, naturalmente, ha entrado definitivamente en la gloria del Cielo. Pero esto no significa que esté lejos, que se separe de nosotros; María, por el contrario, nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. La oración con María, en especial el Rosario, tiene también esta dimensión "agonística", es decir, de lucha»… «¿Ustedes, rezan el Rosario?. ¿De verdad? ¿Todos los días?». «Toda nuestra fe se basa en esta verdad fundamental, que no es una idea sino un acontecimiento. También el misterio de la Asunción de María en cuerpo y alma se inscribe completamente en la resurrección de Cristo», porque la humanidad de María fue "atraída" por el Hijo «en su paso a través de la muerte. Jesús entró definitivamente en la vida eterna con toda su humanidad, la que había tomado de María». Pero además, «María ha conocido también el martirio de la cruz: ha vivido la pasión del Hijo hasta el fondo del alma. Ha estado completamente unida a él en la muerte, y por eso ha recibido el don de la resurrección. Cristo es la primicia de los resucitados, y María es la primicia de los redimidos, la primera de "aquellos que son de Cristo"» 
(Santa Misa en la fiesta de la Asunción de María. 15 de agosto 2013)

"Los invito a rezar a la Virgen, que es la Madre de la belleza, la Madre de la bondad y la Madre de la Verdad, para pedirle la gracia del coraje: porque la Virgen era valerosa. ¡Tenía coraje, esta mujer!" (Mensaje a los jóvenes de la diócesis italiana de Piacenza-Bobbio)

"Pidamos a María que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor. Ella es Madre. Que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar este difícil momento y a comprometernos, todos los días y en todos los ambientes, en la construcción de una auténtica cultura del encuentro y de la paz. María, Reina de la Paz, ruega por nosotros." 
(Angelus del 1 de setiembre 2013)

"Así es la Iglesia: nos engendra en la fe, a través de la obra del Espíritu Santo que la hace fecunda, como la Virgen María. La Iglesia y la Virgen María son madres, las dos, y lo que se puede decir de la Iglesia, se puede decir de la Virgen, y lo que se puede decir de la Virgen, se puede decir de la Iglesia." 
(Audiencia general del 11 de setiembre 2013)

“La humanidad sufriente” de Jesús y la “dulzura” de María. Son los dos “polos” a los que debe mirar el cristiano para conseguir vivir lo que pide el Evangelio… “Necesitamos esta dulzura hoy, de la Virgen, para entender estas cosas que Jesús nos pide ¿no? Porque es una lista de cosas muy difíciles de vivir. Amad a los enemigos, haced el bien, prestad sin esperar nada a cambio… A quien te pega una bofetada ofrécele también la otra, a quien te quita la capa dale también la túnica… Pero, son cosas fuertes, ¿no? Pero todo esto, a su modo, también fue vivido por la Virgen: es la gracia de la humildad, la gracia de la mansedumbre”. (Homilía del 12 de setiembre 2013 en Santa Marta)